Parroquia de San Sebastián

Virgen de la novena

En la cercana calle del León se hallaba a principios del siglo XVII uno de los Mentideros de Madrid, el de los cómicos y representantes. El lugar estaba próximo a los corrales de comedias más importantes de la ciudad como el del Príncipe y el de La Cruz. Por eso el barrio era frecuentado por actores, escritores y toda la farándula. 

En dicha calle va a tener su origen la leyenda del milagro de la Virgen de la Novena que, como todas las de Madrid, tiene variadas versiones y muchas incógnitas. Parece ser que una Virgen del Silencio expuesta en una de aquellas casas , como solía hacerse en esos tiempos para la devoción popular, fue objeto de una novena por parte de una actriz, Catalina Flores, que había quedado tullida tras un mal parto.

A los nueve días se produjo su curación y la rápida difusión del milagro produjo la afluencia de un número tan grande de devotos que se hizo necesaria la fundación de una Congregación  y  una capilla en la vecina Parroquia de San Sebastián. Fueron los cómicos los que eligieron a esta Virgen como patrona y los que contribuyeron con sus maravedíes a los gastos necesarios. Nace así LA CONGREGACIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE LA NOVENA DE ACTORES ESPAÑOLES en 1631 con una clara vocación social, con el espíritu de actuar como montepío.

La imagen que se venera en uno de los altares del templo es un lienzo que representa a la Virgen contemplando al Niño dormido  acompañada de San José y de San Juanito que se lleva un dedo a la boca como petición de silencio. El primitivo cuadro fue vandalizado por unos herejes cuando aún permanecía en la calle, después se hizo una copia.

En una ocasión la Virgen de la Novena fue llevada al palacio de la condesa de Chinchón, que sufría una enfermedad de la que quedó curada. La condesa se apropió de ella y ordenó a un pintor que hiciera una copia exacta, que fue enviada a la iglesia de San Sebastián. Cuando la condesa falleció, el cuadro fue devuelto a la cofradía, que se encontró con dos lienzos iguales. Ante esta costumbre el papa Inocencio X llegó a intervenir en 1651 para que cesaran estos privilegios y el cuadro no saliera de la parroquia so pena de excomunión. Después de la destrucción de la iglesia durante la Guerra Civil la Congregación recuperó una réplica con intervención de la Jefatura del Servicio de Recuperación Artística.

Como anécdota sabemos que la propia Virgen encabezaba la nómina de los contratos para escándalo del compositor Barbieri que lo descubrió en el Archivo de la Villa. De esta forma se le estipulaba el mismo sueldo que al primer actor o actriz y ese importe se entregaba a la cofradía como donativo.


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